Nuestra destilería se funda por Joan Curto Gasol en Tortosa, muy cerca del delta del Ebro, durante el último tercio del siglo XIX, dentro de la dinámica que imperaba gracias a la Revolución Industrial. En sus inicios se elaboraban los aguardientes tradicionales de la zona; destilados de anís, destilados de vino y de hierbas aromáticas. En 1895, Ismael Curto Curto, su hijo, introduce el envejecimiento en barricas de roble, iniciando la producción de soleras. Terminada la guerra española, María Lehmann Curto, tercera generación, reemprende tenazmente la actividad industrial y comercial aportando productos innovadores como toda una gama de licores dulces, consiguiendo por su alto nivel de prestigio, un lugar preferente en el mercado. Cien años después, en 1970, con Emilio Lehmann, se incorpora la cuarta generación con una reorientación general de la empresa. Partiendo de las viejas soleras se inicia la elaboración de Brandys de muy alta calidad y un insuperable Ponche Reserva. Acomete la mecanización del proceso productivo y la modernización del departamento comercial y de distribución que le permite la expansión por el mercado español con los nuevos licores de frutas, las cremas, los orujos, el pacharán y la antigua absenta. La actividad exportadora y la creación de nuevos productos basados en la rica producción agraria de las Terres de l’Ebre centra las líneas de actuación de hoy en día: la primera nos permite posicionarnos en la mayoría de mercados europeos, el potente mercado chino, Oceanía y también en los crecientes países sudamericanos; la segunda nos permite recuperar antiguas tradiciones como los aguardientes típicos de la Terra Alta, los licores de naranja, cerezas y mandarinas típicos de los huertos cercanos al Ebro y, como no, la Crema de arroz Bomba: un licor nacido en el Delta y que representa el espíritu de nuestro territorio dondequiera que vaya. Actualmente, la quinta generación lidera un proyecto basado en nuestra tradición y que traspasa las fronteras de nuestro país.